Hemos visto mi amor, las arboledas
embriagadas de otoños, los torrentes
que nutren con su música de fuentes
la armonía de un cauce entre roquedas.
Fueron quedando atrás las polvaredas
del estío y los páramos calientes,
cuando el bochorno agota las corrientes,
y siguen floreciendo rosaledas.
Acércate mi amor, la tarde ajada
se mezcla con los nítidos sonrojos
que un mágico crepúsculo diluvia.
Hoy bendigo esta nueva madrugada
contemplando el murmullo de tus ojos,
ojos de un cielo limpio tras la lluvia.
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Adrián.
7 comments:
tremendo maestro, muy bello
Me alegro mucho que te haya gustado el poema Antonio. A ver cuando vienes por Logroño para preparar algún acto literario, ya te echamos en falta los amigos, un abrazo grande.
Adrian.
Adrián, hermoso soneto, pardiez.
Un besote.
Yose
Precioso soneto Adrián, recuerdo cuando lo leiste en tu casa y ya me pareció estupendo, ahora lo leo y confirmo esa impresión.
La foto me encanta, la sacamos esa noche que tanto hubo de amistad y magia. Besos a Isabel.
Un abrazo
Sara
Muchas gracias Yose, me alegro mucho al verte entre mis versos, te envío un besote desde La Rioja.
Adrian.
Muchas gracias Sara, todavía recuerdo aquella noche llena de amistad y magia como bien dices, así como cuando recité este soneto, es un placer tenerte entre mis versos, poeta.
Un abrazo.
Adrian.
Me interesa la poesía y por eso cada vez que puedo trato de disfrutar mucho al leer distintos autores. Ojala que pueda obtener la chance de poder seguir incorporando nuevos autores a mis lecturas y cada vez que viajo gracias a Lan Argentina busco nuevos poetas en el sitio a donde voy
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